“Camina siempre con su vientre en contacto con la tierra, adquiriendo en cada paso la sabiduría que la naturaleza provee, vuela hacia el sol alimentándose de cada rayo que tiñe su tez con la inmortalidad de lo sagrado, su andar es un pregón silente que invita a encontrar la estabilidad en las cosas simples, en las verdades sencillas, 'Chrysina' es un testimonio andante de la perfección y detalle prolijo del creador”
- Remedios.
Chrysina o la belleza como propósito

Joel Bracho Ghersi
La asociación entre arte y belleza es muy antigua. Desde ese paradigma para el pensamiento y el arte occidental que es la antigüedad griega, se estableció el nexo indisoluble entre ambas nociones, regularmente asociadas a una tercera: la de lo bueno. Así, y a lo largo de gran parte de nuestra historia, se creaba partiendo de que lo bueno es bello, lo bello es bueno y el arte los representa.
Por supuesto que en la historia del arte también ha habido fluctuaciones y propuestas que se contradicen, renegando siempre de ideas anteriores. De allí la muy conocida explicación pendular, de ida y vuelta entre lo clásico y lo barroco o entre lo apolíneo y lo dionisiaco. Sin embargo, la idea de arte como búsqueda y exaltación de la belleza se ha mantenido más o menos constante.
Es quizá en el arte moderno y contemporáneo donde aparece más claramente la intención de ruptura entre lo bello y lo artístico. Los artistas se preocupan cada vez más por problemas distintos a la belleza y persiguen otros fines: plásticos, expresivos, sociales, conceptuales… Para muchos artistas la belleza dejó de ser un asunto, una preocupación. La idea de armonía, tan fundamental para el arte griego, o la de composición, principio estructurador en la historia de la pintura, han quedado olvidadas, cuando no desdeñadas como reliquias, en pro de nuevas búsquedas y maneras de comprender lo estético.
Es por eso que la obra de María Camila Bernal Toro, Remedios, llama nuestra atención en medio de la abrumadora multiplicidad de propuestas que conforman la actualidad del arte y la vida contemporánea. Su planteamiento es indudablemente actual pero retoma búsquedas que para otros habían quedado atrás: que el arte sea bello, que la obra esté bien hecha, fruto del estudio y del trabajo cuidadoso, que el arte procure gusto, deleite y bienestar. Esto es lo que Remedios se propone, y lo logra con un lenguaje que no desdice de su tiempo ni de lo que ha sido su propia trayectoria.
Con formación en diseño y un trabajo que viene de la ilustración, el arte en la calle y la pintura de murales, Remedios ha realizado ya varias series o colecciones pictóricas, cada una signada por un motivo y una paleta de colores diferente, aunque manteniendo siempre un mismo lenguaje característico, un universo de signos propios que la identifican en todo lo que hace.
Chrysina es su serie más reciente, dedicada al escarabajo de oro, una rara especie de insecto que sólo existe en Panamá y algunos otros países de América Central. Un animal que parece mágico o fantástico, salido de la imaginación, y que cautivó a María Camila desde que supo de su existencia. El tema del escarabajo, que rondaba su cabeza y sus cuadernos de bocetos desde hacía varios meses, encontró asidero en este escarabajo dorado, que da sustento y color a la nueva colección.
Al compararla con las series anteriores, vemos en Chrysina un mayor protagonismo de la línea y el dibujo. Aquellas búsquedas eran mucho más pictóricas, con paletas de color más amplias, grandes planos coloreados o pinceladas fuertes. En Chrysina, la paleta se reduce para resaltar el dorado del escarabajo, mientras la línea construye su universo, imaginado desde los característicos ornamentos que siempre han dado su sello al discurso de Remedios.
María Camila Bernal Toro se ha propuesto recrear desde su propio espacio artístico el mundo de este escarabajo mágico, y hacerlo con la belleza como norte. Partir desde las cosas pequeñas que le interesan para entregar una obra que pueda compartirse y que comunique belleza al espectador. Sin duda en Chrysina este propósito alcanza un exitoso punto de llegada.

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